miércoles, 1 de diciembre de 2010

Dual CS 506

Le toca el turno al tocadiscos que desde hace bastantes años me presta fiel servicio. Desde mi niñez fui utilizando distintos tocadiscos y los cambios fueron buscando mejorar la calidad, pero las limitaciones monetarias eran un problema. En casa de mis padres había una maleta Bettor con un fonochasis Dual 410 que desde luego no era alta fidelidad. Ese mismo Dual 410 lo conecté a un amplificador y altavoces mejores pero aún dejaba que desear. En una ocasión especial, creo que una Navidad, mi padre me compró otro Dual, ya algo más serio, un CS 415, un tocadiscos de tracción por correa y con cápsula magnética Audio Technica, cuyo sonido inicialmente me dejó fascinado y además los discos sufrían menos.

No obstante con el paso del tiempo y mis exigencias auditivas, me dí cuenta que aquel CS 415 no era desde luego uno de los productos de más calidad fabricados por Dual, ni mucho menos. El diseño y la construcción eran bastante modestos y al cabo de unos años lo vendí y adquirí un tocadiscos de esos que tiene aspecto de profesional, un Acoustic Control, que funcionaba un poco mejor en algunos aspectos pero tampoco resultó ser una maravilla.

Así pues, llegó un momento en que me sentí tentado de adquirir alguno de los tocadiscos con buena reputación de la firma Dual, y me puse a buscar en Ebay preferentemente en Alemania, donde había más surtido y posibilidad de conseguir algo a buen precio. Tras investigar características y varias comparativas, se puso a tiro un CS 506, un tocadiscos de gama media.

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El anuncio advertía que había un problema en la cápsula, aunque el fonochasis se veía en general en buen estado y yo prefería comprar a buen precio y asumir algún tipo de intervención. Pero los problemas me vendrían no del estado en sí del tocadiscos, sino de un mal embalaje para el transporte, un tema en el que hay que tener mucho cuidado cuando se compran este tipo de aparatos. Así me sucedió, seguramente por novato, que el fonochasis vino incorrectamente embalado, sin contemplar las precauciones básicas necesarias para este tipo de aparatos, con el resultado de diversos daños. Hace ya años de esto y no hice fotografías sobre los mismos, pero los comentaré sobre la marcha.

El Dual CS 506 es un fonochasis de comienzos de los años 80, con sistema de tracción por correa y motor síncrono de 16 polos con unos resultados muy buenos de relación señal/ruido (69 dB. Ponderados). Es de tipo semiautomático, al final del disco entra en funcionamiento el levantabrazo y se detiene el motor. Tiene un brazo de masa muy baja con una cápsula especialmente diseñada al efecto por Ortofón, las siglas ULM (Ultra Low Mass) definen este sistema. El modelo es pariente muy cercano al legendario modelo 505 y sus variantes. El plato giratorio incorpora estroboscopio, el ajuste fino de velocidad o pitch por sistema vario-belt-drive. Del modelo se fabricaron dos variantes, el 506 y el 506-1 con algunas diferencias en la construcción, el segundo es el que yo poseo y lo encuentro quizás algo más "endeble" que el modelo de origen. Gracias al compañero Amado del Gramóforo podemos disponer de fotos del modelo 506 que junto con las de mi 506-1 nos servirán para distinguirlos y conocer las particularidades de cada uno.

Comencemos por el plato giratorio, que es donde encontramos la diferencia más notable entre ambos submodelos, tanto la construcción del mismo como la forma de desmontarlo es diferente. En el modelo 506 el plato giratorio forma una pieza solidaria con su eje y el área de tracción de la correa. Para poder retirar el mismo hay que desbloquearlo aflojando un tornillo situado en el chasis al que podemos acceder por uno de los orificios del plato giratorio. No hay que quitar el tornillo, solo se afloja lo suficiente como para poder deslizar hacia la izquierda un pasador que bloquea el plato.

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En el modelo 506-1 tenemos un plato giratorio más ligero que reposa sobre una pieza de material plástico en la que tracciona la correa y es solidaria al eje de rotación, tenemos que desmontar primero el plato de aluminio. El desbloqueo se hace retirando primero el MAT de goma, y la pieza central hay que hacerle un giro de 45º, retiramos primero esa pieza de plástico rematada por la chapita de aluminio y luego podemos retirar el plato de aluminio.

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Al retirar el plato de aluminio ya vemos los mecanismos de tracción, si quieremos quitar el eje con la pieza de plástico donde tracciona la correa, hay que aflojar un tornillo a la izquierda que bloquea el pasador metálico, que opera del mismo modo que en el 506. Entonces, podemos tirar hacia arriba del eje y tenemos el mismo con la pieza de plástico. Esta pieza es la que a mí me vino rota, ya que el vendedor no tuvo la precaución de retirar el plato giratorio en el transporte, y el peso del mismo con los movimientos hizo su daño, con la suerte que la pieza de plástico se rompió de forma limpia y con pegamento todo quedó solucionado. La limpieza del rodamiento del eje y poner unas gotas de aceite más bien espeso es todo el mantenimiento que se precisa para un funcionamiento suave y silencioso del plato giratorio.

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Una vez retirado el plato giratorio podemos fijarnos en uno de los detalles singulares de este modelo de tocadiscos, el sistema vario-belt para la regulación fina de velocidad o pitch. Se trata de cilindro seccionado, con dos zonas de distinto diámetro (para 33 y 45) que permite la variación gradual del diámetro y va fijado al eje del motor. La correa dentada que vemos transmite desde el mando de pitch al mecanismo, provocando el desplazamiento vertical de la pieza marrón que opera en la pieza cilíndrica haciendo que sus secciones se separen. La pieza blanca de la derecha es la guía de la correa de tracción que interviene en el cambio de velocidad, desplazando la correa a las dos zonas del "vario belt" que tiene distintos diámetros para 33 o 45 rpm. En la vista general también podemos apreciar los tres puntos donde el motor se fija al chasis, aislados por sus correspondientes silentblocks.

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En esta otra fotografía podemos apreciar la pequeña diferencia en la separación de las secciones de la pieza cuando tenemos el pitch al mínimo o al máximo.

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Otra singularidad de los modelos CS-506 es el uso de unas cápsulas especiales, fabricadas por Ortofón, genéricamente conocidas como ULM. Son cápsulas de muy baja masa que enganchan en la cabeza del brazo mediante un mecanismo propio de Dual, los elementos han sido reducidos al mínimo precisamente para evitar aportar más masa al conjunto. Estas cápsulas son modelos predecesores a la bien conocida gama OM de Ortofón. También en otros modelos Dual de la gama 500 se utilizaba este sistema, pero posteriormente fué dejado de lado optando por portacápsulas de 1/2" más funcionales.

Este fue el otro problema que traía el plato, la cápsula original venía con las pestañas de fijación rotas, un problema que parece no es raro en estos dispositivos tan delicados. En vista de que hacerse de una cápsula original era difícil y caro, opté por adquirir un adaptador al sistema habitual de 1/2" para poder instalar una cápsula, también Ortofón, lo más ligera que pude encontrar.

Pero antes de entrar a comentar los problemas que suscita la adaptación del CS 506 para usarlo con cápsula de 1/2", vamos a comparar de nuevo entre el 506 y 506-1, porque el cabezal donde se fija la cápsula también tiene diferencias. En la foto siguiente se muestran ambos, a la izquierda el cabezal de 506 y a la derecha el del 506-1. Vemos que el primero lleva una chapita metálica con dos tornillos: el tornillo pequeño es un "seguro" que impide retirar la aguja, el tornillo grande es la fijación de la cápsula. Sin embargo, para el 506-1 el funcionamiento es distinto, no hay chapa metálica y sólo tenemos un tornillo pequeño.

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Aquí vemos la cápsula desmontada de un 506, podemos observar en la vista superior la rosca donde el tornillo fija la cápsula, también hay unos pivotes que garantizan un acoplamiento correcto. Los cables de señal que salen del brazo se conectan directamente a la misma.

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En la siguiente foto-secuencia podemos observar como se desmonta la cápsula (en mi caso, el adaptador a 1/2" con la nueva cápsula incorporada) en el 506-1, primero aflojamos el tornillo, esto desbloquea la asa metálica del brazo que actua como manivela, llevándola hacia atrás ya se libera la cápsula y podemos retirarla. El adaptador muestra un sistema algo diferente al del modelo 506, porque la fijación se produce gracias a unas pestañas (frágiles por cierto) que enganchan en la pieza metálica del asa del porta. La cápsula que yo instalé fué una Ortofón LM 20, en aspecto idéntica a las de la serie OM, también muy ligera.

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Resumiendo sobre estas diferencias, a las cápsulas del modelo 506 se las denomina ULM seguidas de un número, y a las cápsulas del modelo 506-1 se las denomina TKS seguidas de un número. Cuidado, no son intercambiables, aunque algunos modelos de agujas sí, porque realmente el cuerpo de la cápsula es lo mismo.

La instalación del adaptador TKS a 1/2" plantea el siguiente problema, se añade más masa al conjunto del brazo y por tanto pueden surgir problemas para lograr nivelar el brazo, ya que el contrapeso hay que llevarlo muy hacia atrás y en algún caso puede ser insuficiente. Con la cápsula LM instalada, y por la masa adicional del adaptador y los tornillos, el contrapeso quedaba casi al límite de su recorrido y no me gustaba tenerlo así. La cuestión es que con el adaptador también se suministraba una pieza extra para instalar en el contrapeso, que a continuación describo.

Aquí podemos ver el contrapeso, sin modificar, de un 506 o 506-1. El contrapeso se engancha al conjunto del brazo introduciendo ese espárrago y luego un tornillo lo bloquea. Hay bastante margen para dejarlo más fuera o dentro. Luego el contrapeso en sí es la parte que vemos plateada, que se puede rotar y ya permite un ajuste fino. Bien, esa pieza con aspecto plateado contiene en su interior la pieza de plomo con una suspensión que actua de aislamiento acústico.
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Ocurre que la pieza suplementaria para el contrapeso que se suministra junto con el adaptador TKS a 1/2" se fija directamente en la pieza ajustable del contrapeso, esto tiene dos consecuencias:
· En mi caso concreto, era un exceso de masa, no me resultaba posible regular el brazo.
· Parte de la masa del contrapeso estaría desacoplada (la masa original, que está dentro de la pieza y aislada con un silentblock) y el resto no está desacoplada, me parece un mal arreglo para un brazo ULM que está muy estudiado.

No puedo mostraros ya el suplemento del contrapeso en su estado original, pero sí como resolví mi contrapeso. Opté por desmontar el interior del mismo, y acoplarle a la pieza original de plomo el suplemento, que previamente hubo de ser trabajado por un tornero para dejarlo con el mismo diámetro. Esta foto secuencia muestra lo siguiente. Vista lateral (1) de la masa del contrapeso, donde distinguimos en gris la parte original de plomo y la parte añadida de color cobrizo. La parte de plomo consta de origen de dos semicilindros que se juntan con una goma que vemos justo a la mitad. En la vista frontal (2) apreciamos un silentblock que va alojado justo en medio del cuerpo de plomo, de modo que el mismo descansaba equilibrado y aislado acústicamente (en su estado original claro).
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Al suplementar con la pieza cobriza, el conjunto se desequilibra y rozaba con el eje interno que lo sustentaba. Así que al introducir el peso dentro de la carcasa de plástico, hay que añadir otro "silentblock", que yo he resuelto inyectando silicona en esa zona de la pieza metálica.
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El resto de la intervención fué la sustitución de los cables apantallados que conectan el tocadiscos al amplificador con sus conectores nuevos bañados en oro para garantizar unos contactos fiables.

Este tocadiscos con un mantenimiento adecuado y sus cápsulas originales (o implementando alguna Ortofón como en mi caso) es una máquina excelente para disfrutar todo tipo de música. El balance tonal es muy equilibrado, el ruido de fondo casi imperceptible, y la distorsión se mantiene bastante contenida en los pasajes críticos (fortíssimos instrumentales y finales de cara).

Eso sí, mejor comprarlo en buen estado, porque al final a mí lo barato me salió caro: roturas en el transporte, muchas horas de intervención, comprar el adaptador y la cápsula Ortofón... etc.

viernes, 19 de noviembre de 2010

Telefunken "Mozart" (fonochasis Teppaz)

En el transcurrir del blog procuraré mantener un orden cronológico de los trabajos realizados. Esta restauración es de hace bastantes años, y fue la primera vez que acometí una intervención con unos criterios de fidelidad al original, procurando no introducir modificaciones que adulterasen las características del equipo.

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Esta radio Telefunken modelo Mozart tiene además una historia que contar, y su restauración fue una purga de pecados de juventud. Me explico: la radio era de unos familiares que la tenían arrinconada y sin usar en años, y yo no tendría ni 14 años cuando decidí que ya estaba bien, que era conmigo con quien tenía que estar. La cuestión, es que llegué a un trato que consistía en hacerle un tocadiscos a una de mis primas con el fonochasis que tenía la radio.

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Sí, valiente chapuza, porque el engendro resultante fué la mezcla de una maleta tocadiscos que tenía el fonochasis inservible, instalándole el fonochasis Telefunken/Teppaz de la radio, al que tuve que hacerle también otro espanto de adaptación para instalarle un cápsula estéreo Ronette.

No sé que habrá sido de aquella maleta tocadiscos, que me permitió disponer del Telefunken Mozart pero sin su fonochasis, capado, pero aún así yo disfruté muchos años mi radio a válvulas haciendole algunas intervenciones tampoco muy acertadas para irle solventando los problemas que surgían. El ojo mágico original DM71 se estropeó, y aprovechando que yo había instalado un transformador para adaptar la tensión de 125 a 220 voltios, y ese transformador tenia salida de 6 voltios, puse una EM80 provisionalmente.

Años más tarde, cuando me emancipé, en mi vivienda disponia de un taller de un amigo a mano donde podía permitirme tener durante semanas un trabajo en curso. Y no solo eso, además resultó que mi amigo tenía un fonochasis Telefunken/Teppaz idéntico al original de radio. Decidí entonces devolver el Telefunken Mozart a su esplendor. Desmonté todo y primero me puse con el mueble, al que decapé el barniz ennegrecido por el tiempo, lijé todo y apliqué barniz nuevo, también preparé de nuevo el espacio donde había de ir alojado el fonochasis, que estaba muy estropeado. Luego me puse a trabajar con el chasis de la radio, ya que había un fallo en la recepción de OM, y además encontré el ojo mágico DM71.

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Entrando en detalles sobre el fonochasis, es del tipo tracción por polea. Velocidades: 16/33/45/78 rpm. Incluye disparador automático para el final del disco, con opción de deshabilitarlo. El brazo de plástico tiene un muelle resorte para aliviar la fuerza de apoyo, que aún así es considerable (superior a 5 gramos) y la cápsula es del tipo cristal monoaural, gira sobre sí misma para reproducir con dos agujas distintas: para discos microsurco y discos de pizarra de 78 rpm.

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El fonochasis en cuestión no necesitó grandes intervenciones. Las partes fundamentales estaban sanas. Sí hubo que restaurar el aislamiento del motor respecto al chasis, ya que los silentblocks de goma estaban descompuestos, y fueron sustituidos aprovechando pasacables de goma para chasis. La goma de la polea pudo sustituirse instalando sobre la misma una goma de reproductor de vídeo, aunque en la polea persiste un fallo de origen, el rodamiento de la polea (construida en plástico) está con el ángulo ligeramente desviado, lo que provoca un movimiento de la polea en el plano vertical durante su funcionamiento con el consiguiente aunque leve efecto "lloro"... Solucionar esto requeriría construir desde cero una polea, tarea que por ahora no me he planteado. Otro aspecto que intervine fue la anulación del mecanismo de parada al final del disco. El mecanismo en sí era bastante rudimentario y con una tendencia natural a tener problemas, así que opté por instalar un microrruptor que simplemente activa el motor cuando el brazo es avanzado hasta el comienzo del disco. El resto, limpieza y lubricación en general. La cápsula de cristal, como es normal, estaba muy tocada por el mero transcurrir del tiempo y fué sustituida por un repuesto bastante eficiente de la marca Fox, lleva instalada ya casi 20 años y funciona perfectamente.

Como se puede deducir, este fonochasis no es ninguna maravilla, pero estéticamente tiene su encanto y es el original de la radio. De vez en cuando me gusta ponerla en marcha y reproducir en ella algún single o extended play de 45 rpm, o placas de 78 rpm, en estos formatos el problema de la polea es casi imperceptible. El altavoz y la magnífica caja de resonancia que hace el mueble ofrece una calidad muy satisfactoria para la escucha de radio y esos viejos discos. Desde luego, que con esa fuerza de apoyo en la aguja, no me atrevo a poner prensajes posteriores a 1960 ni estereofónicos, que podrían resultar dañados.

martes, 9 de noviembre de 2010

El Tocadiscos Feliz está aquí.

Es considerable la cantidad de tiempo que empleo en poner en marcha viejos aparatos electrónicos, y especialmente los tocadiscos que siempre me han fascinado. Desde niño ayudaba a mi padre en el taller ya fuese montando nuevos equipos o reparando lo que en mis posibilidades era factible.

Pese al avance tecnológico y la revolución digital, sigo mimando y aumentando mi colección de discos de vinilo y tienen para mí algo especial.


De todo ello suelo dar cuenta en mi foro habitual, El Gramóforo, pero he caido en la cuenta que no estaría mal dedicar un espacio concreto a todas esas intervenciones técnicas, no sólo las de los tocadiscos, sino en general los aparatos que suelo poner en marcha por afición, porque las habichuelas están cubiertas con mi trabajo de funcionario.

Así pues, en próximas fechas irán apareciendo todos ellos en este espacio. ¡¡Estén atentos!!