En esta ocasión comentaré un giradiscos al que le hice la puesta a punto para un amigo. Fue una compra de segunda mano por internet al módico precio de 10 euros y vino a sustituir a un cutre-tocadiscos todo de plástico que no daba calidad suficiente.
El modelo en cuestión es el Ocnosón CT-1100, también comercializado como Vieta G-100. Ambos productos eran fabricados en España por Industrias Cosmo, una firma muy popular en los años 70 por la fabricación de maletas tocadiscos.
En este caso se trata de un giradiscos de parada automática con diseño de tracción por correa, motor síncrono de corriente alterna y un brazo bastante ligero y bien terminado. No obstante, tengo mis dudas de si el diseño es en sí propio de la firma Cosmo, porque en Alemania he visto platos idénticos a este con la firma BASF.
Aquí tenemos una vista general del tocadiscos, que solía venir equipado con cápsulas M70 o M75 de Shure.
Habiendo contrastado con otros compañeros de los foros de electrónica, los problemas que este plato manifiesta con el paso del tiempo suelen ser bastante comunes a todos y no complicados en su solución.
Una de las peculiaridades del giradiscos, es que la correa de tracción es más propia de una pletina de cassette, es una correa cuadrada de 1,5 mm que con el paso del tiempo se destensa y acentúa una de las características negativas del aparato, su tardanza en tomar la velocidad adecuada. Esa correa de 1,5 mm no es tan fácil de conseguir en los comercios, y por lo general si hay que sustituirla habremos de conformarnos con una de 1,2 mm, que hace su cometido, pero como ya he dicho el plato en sí es lento para alcanzar la velocidad, requiere 5 segundos.
El otro punto donde hubo de intervenir fue el aislamiento mecánico-acústico del motor. El motor va fijado al chasis principal y aislado por unos silentblocks de goma que encontré absolutamente endurecidos, con la consecuencia directa de un notorio rumble en los altavoces. Esos silentblocks son imposibles de encontrar, así que hay que inventarse un medio de aislar el motor. En mi caso opté por lo siguiente: retiré los viejos silentblocks, puse el motor en su sitio y mediante unos calzos de cartón mantuve el motor de modo que no hiciese contacto directo con las piezas de metal que intervienen en su fijación, y con la pistola de silicona rellené el espacio que antes ocupaban los silentblocks. Tras 24 horas, la silicona solidificó y el motor estaba en su sitio, pero muy bien aislado porque la silicona transparente tiene un comportamiento altamente dúctil. Aqui se puede ver el resultado:
El resto de la intervención fue bastante rutinaria: sustitución de los cables de señal y clajivas RCA, e instalación de una cápsula distinta porque en este plato la M70 sonaba bastante apagada en el rango alto de frecuencias. Una misma Audio Téchnica AT-91, muy económica, de muy buen resultado en este giradiscos. Tenemos entonces un aparato de precio muy razonable, fácil de encontrar en España, y que con la debida puesta a punto se comporta muy, muy bien.