Este nuevo trabajo para El País de los
Trastos Viejos hará las delicias de aquellos que vivieron los
guateques de los años 60 y 70, donde el uso de los pickups era
habitual. Se trata de un maletín Philips 30CF110, de alimentación a
red o baterías, con las velocidades 33, 44 y 78 rpm, parada
automática al final del disco, amplificador y altavoz integrado,
realizado en plástico rígido.
El Pickup llegó en un estado estético
aceptable, sin daños externos aparentes, salvo el “MAT” de goma
que estaba inservible, aquí lo podemos ver.
En el primer chequeo del mismo, se manifestaron estos problemas.
1- Ruido notable en la misma caja nada
más conectarlo, no procede del altavoz, es algo que vibra.
2- Velocidad de giro totalmente
inestable e insuficiente.
3- Sonido nulo en el altavoz.
4- Funcionamiento anómalo de la parada
automática.
Aqui tenemos la etiqueta indentificativa que aparece bajo el platter.
Nada más desarmar el pickup, se pudo
comprobar que el ruido en el interior procedía de una tremenda
vibración en el transformador de alimentación, por algún
entrehierro que estuviera mal ajustado. El transformador es un tanto
singular, “extraplano”, un tipo de realización muy habitual en
la firma Philips.
La solución fué sumergir el
transformador entero durante unos minutos en cera derretida, para que
la misma penetrara en todos los rincones y bloqueara posibles
espacios entre los entrehierros. Esta operación es fácil, la cera o
parafina de restos de velas recicladas sirve, y las propiedades de la
misma son aislantes. Mejor imposible.
En relación con el problema de
velocidad, se pudo observar que la polea de tracción estaba en mal
estado, con agrietamientos y la superficie satinada. Se sumergió la
misma en líquido regenerador de caucho durante unas horas y también
se le aplicó lija suavemente hasta dejarla lo más regular posible.
Otro problema relacionado con la
velocidad es que el motor, de corriente contínua, va suspendido en
unos silentblocks de goma que estaban ligeramente destensados por el
paso del tiempo, de modo que la presión del eje sobre la polea era
insuficiente para ofrecer un correcto funcionamiento. En este caso se
rellenó el espacio entre los silentblocks y el motor con unos trozos
de gomaespuma, que refuerza la función de aislamiento pero aportaba
la rigidez suficiente para que el motor se mantuviera en la posición
correcta. En estas foto vemos el resultado, con la polea ya
regenerada instalada.
Por supuesto, en todas estas
operaciones se aprovechó para limpiar restos de lubricantes
endurecidos, y engrasar de nuevo las distintas partes de los
mecanismos. Al mismo tiempo se tuvo que reajustar el mecanismo de
parada automática, que actuaba con excesiva antelación.
Quedaba pendiente el problema del
sonido. Comprobado el amplificador con señal externa, su
funcionamiento era correcto. Como ocurre en muchos casos, la cápsula
estaba inoperativa debido a la alteración química por el paso del
tiempo de los cristales piezoeléctricos. Estas tras fotos muestran:
cápsula Philips original (esteticamente impecable), extracto del
catálogo Fox para el repuesto, y las capsulas original y copia
confrontadas. Una vez instalada, sonaba sin ningún problema.
El “Mat” deteriorado era imposible
de encontrar, pero se ha optado por una solución simple y eficaz. En
el mismo platter, situar 6 puntos de agarre de silicona, son como
patas diminutas adhesivas que quedan muy bien. Trazando previamente
en una cartulina un hexágono para luego marcar los puntos en el
platter. Este es el resultado.
El Pickup quedó plenamente operativo,
no sin unas cuantas horas de trabajo, listo para animar alguna nueva
fiesta y rescatar esos viejos “singles” que tenemos guardados.
Una delicia para los nostálgicos. Aquí os dejo la última foto
general y un vídeo de su funcionamiento.